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Cumbre sin campo base.



Voy a hacer varias afirmaciones con las que no todos ustedes van a estar de acuerdo, con la ventaja de que, a la edad que tengo, esto, y perdón por la grosería, me importa cero sobre cero. Osease: ¡un bledo!

La mayor parte de la gente de a pie _ una mayoría "absurda" según quien_, pero lógicamente aplastante, no está verdaderamente preocupada por el calentamiento global de la tierra, solo les gusta hablar de ello en barras de los bares, reuniones familiares y similares. Y no a todos. Mientras piensa concienzudamente en sus verdaderas zozobras, y asuntos pecuniarios.

Si fuese cierto que la inquietud respecto al deshielo y el cambio climático nos provocase la desazón que pretenden ridícula y artificialmente los medios de comunicación, y ciertos intentos políticos, estudiaríamos el tema con ahínco. Financiaríamos expediciones y estudios científicos serios, en vez de partidos políticos, u ong's peregrinas de tantos colores y pelajes, tan de moda, tan socialmente "aceptables". Algunas realmente prácticas, otras de dudosa utilidad, y feas bambalinas -la gran mayoría-.
 Gastaríamos menos en lotería en "fechas tan señaladas", y dedicaríamos más tiempo a leer y a aprender como se abastecen, de verdad, los países que no son éste, ni el de al lado de la tribuna tan cercana de ese malnombrado "Occidente".

¿Qué comen en Sumatra?, ¿cómo visten y construyen sus casas en Gurvansaikhan?; ¿le importa mucho a nigerianos y etíopes como nos lo montamos nosotros en tema combustible y bolsas de supermercado, por ejemplo?. La masa acogotada por la miseria, la paupérrima existencia de una enorme población mexicana ¿tiene de verdad sus ojos puestos en la capa de Ozono?

¡Venga ya, con tanta monserga!

Y lo que me parece más trascendente, ¿cuántos de nosotros conoce a ciencia cierta los acuerdos y manejos de los foros y despachos que tienen mano real en todo esto?. Evidentemente no hablo de ruedas de prensa fastuosas y modélicas en declaraciones. ¿Cuánto dinero se pierde en estas idas y venidas de la realidad científica a su traducción política, y hasta editorial de mano de tanto inepto infumable?

Si fuera cierta tanta desazón, no daríamos saltos tan grandes, y a diario ante el desconocimiento rotundo al derrotismo más absoluto. Pasados los titulares de las cumbres del clima, y propuestas ridículas del tipo "Concurso Infantil de Recogida de Colillas en las Calles de Madrid", quedan cuatro señores y tres señoras, trabajando por saber la verdad del barquero; el resto, pasamos a otros titulares del momento: léase elecciones generales, atentado yihadista de tanta relevancia como fugacidad en nuestras conciencias; o último caso de maltrato, de ese que llaman "de género".
Admitámoslo, todo se nos cae con urgencia inusitada en el mismo saco del exceso de culturilla de pasillo.




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